El triunfo del demócrata Barack Obama en las elecciones presidenciales de Estados Unidos de este martes, ha abierto una interrogante nacida directamente de la crisis financiera que desplomó las bolsas del mercado mundial: ¿es el candidato y ahora presidente una esperanza para la economía mundial?
La pregunta ha estado en el aire incluso antes de que Obama ganara las elecciones, y hoy las expectativas en ese ámbito han crecido notablemente.
“El nuevo presidente heredará una economía en recesión y... es probable que ésta empeore antes de mejorar”, indicó Stuart Hoffman, jefe de economistas de PNC Financial Services en relación con la interrogante, según reseña del diario Correo del Caroní.
Precisamente, para Barack Obama el reto de consolidar nuevamente la economía se ha convertido en todo un reto y uno de los nortes de su mandato, pues tendrá la tarea de hacer recuperar la confianza de los inversionistas.
“Pero no sólo hay que preocuparse por el déficit. Obama tendrá que buscar una manera de estimular el crecimiento económico y devolver el optimismo a los consumidores estadounidenses que han dejado de consumir, acosados por la inseguridad laboral y el temor de que las cosas sólo puedan empeorar”, detalla el portal de la BBC (
www.bbcmundo.com) tras el triunfo del afro americano.
Responsabilidad tremenda
De acuerdo con el diario El Clarín de Argentina, la confianza que despertó Obama entre quienes depositaron un voto para él, tiene una explicación en el hecho de que fue un republicano quien llevó a Estados Unidos a una de las debacles financieras más terribles de su historia.
Con su política armamentista, el presidente de Estados Unidos durante dos períodos, George W. Bush, dejó al país sumido en una profunda crisis.
“La victoria de Obama lo catapulta a uno de los puestos de mayor responsabilidad en el mundo, en un momento particularmente difícil. Los ocho años de gobierno republicano de George W. Bush, marcados a fuego desde el inicio por los atentados del 11 de septiembre de 2001, dejaron al país embarcado en dos guerras (Irak y Afganistán) y en medio de la mayor crisis financiera desde la década de 1930”, destaca el diario argentino.
Precisamente, el afianzamiento de Obama se debe precisamente a lo que destacó El Nacional de Venezuela: Bush como el gran ausente de la jornada electoral.
“Bush fue el gran ausente (…) el mandatario observó a la distancia cómo se desarrollaba el proceso para seleccionar a su sucesor de la Casa Blanca”, asegura el periódico, lo que se traduce en un repliegue mayor hacia las fuerzas demócratas por parte del pueblo.
De cualquier modo, las expectativas están a la orden del día, y Venezuela no ha sido la excepción. La prueba está en las declaraciones del primer mandatario nacional, Hugo Chávez, en El Universal, sintentizando lo que todo el mundo desea: “Obama ha dicho cosas interesantes y esperamos que sea consecuente”. Consecuente en todos los sentidos, por supuesto. Economía, política y nación. Muchos lo agradecerán.
